¿Qué pasaría si te dijera que todo sobre ti que la gente puede ver desde afuera es producto de tus pensamientos? Su mundo externo en realidad refleja su mundo interno. Mucha gente tiene dificultades para aceptar esto. Prefieren imaginar sus vidas como estrictamente productos de sus circunstancias. Tal vez lo culparían de sus experiencias educativas o infantiles. O la cantidad de dinero que están ganando o la cantidad de recursos a los que tienen acceso.